martes, 21 de diciembre de 2010

Hoy toca la lactancia...

Hoy el blog "de mamas & de papas" de "El País" está que hecha humo. Claro, hoy tocaba "el temita". Hace poco fue las madres-vaca en "El Mundo" (vergonzoso y ridículo hasta la náusea), y así cada dos por tres en los distintos medios.

Alguien dice algo a favor o en contra de la lactancia, y ¡hala! guerra abierta. Yo esto no me lo explico.

Yo he dado el pecho a mi hijo mayor hasta que se destetó solito con año y medio, y con el pequeño pienso hacer lo mismo.

En mi opinión el uso de la leche artificial (que es maravillosa, ha salvado montones de vidas) se debería usar como un medicamento, solo en caso de necesidad para la salud, y bajo control médico mientras dure la necesidad (que por cierto, esto es lo que recomienda la OMS). Y todo lo demás, pecho, que es lo normal y lo lógico.

Y entonces alguien dice "pero es que yo tuve tres mastitis, y una anemia, y el antibiótico me dejaba machacada, y me tuvieron que ingresar, etc". Pues claro, si ya decimos que a veces el biberón es necesario, que  a veces hay circunstancias que hacen que no se pueda dar el pecho, y para esos casos está la leche artificial.

A mí lo que no me cuadra es el número de mujeres que afirman que les habría encantado pero les ha resultado imposible. Las que damos el pecho más de dos meses somos muy pocas. Si fuese verdad que hay tantas mujeres que "se quedan sin leche", que "su leche no alimenta", y no pueden hacer nada por solucionarlo, y la única salida es el biberón, entonces ¿cómo hemos sobrevivido generaciones y generaciones sin leche artificial? Con la poca eficiencia de nuestra forma de reproducirnos en comparación con otras especies (21% de posibilidades de concepción por ciclo en el mejor de los casos, el alto índice de abortos naturales en el primer trimestre, etc)  si después de todo esto, encima la mitad de los bebés que nacen sus madreas no hubiesen tenido leche a los dos meses.... nos habríamos extinguido mucho antes de inventar los biberones.

Conozco algunos casos de mujeres que efectivamente se han visto en circunstancias que han recomendado el uso del biberón. Otros casos en los que podrían haber dado el pecho, pero la falta de apoyo del entorno y también la falta de información les ha llevado a renunciar al pecho.
Pero también es verdad que la gran mayoría de las que conozco que han dejado el pecho prematuramente ha sido por pura comodidad. Mujeres con la lactancia establecida, sin problemas de peso en los niños, ni de mastitis ni nada de nada.
La mayoría de las veces todo empieza el día (bueno, la noche) que el niño tiene una crisis de crecimiento, y llora porque quiere más leche y de momento no la hay. Eso se soluciona con paciencia y mimitos. En un par de días la producción se regula y solucionado. Pero claro, hay que pasar esa noche. Y entonces viene la solución fácil, al niño se le enchufa un biberón y se acabó el problema.

Yo no creo que quien hace esto sean "malas madres", ni mucho menos. Son solo madres y padres a quienes han inoculado el peor de los virus: el miedo. Miedo a que no coja peso, a que le pase algo, a que se traumatice...
Con mi hijo pequeño estuve cuatro días ingresada, y como con el otro, la leche tardó 72 horas en llegar. /2 interminables horas dando calostro al niño cada cinco o diez minutos de día y de noche, y el niño perdiendo peso. Como nació con buen peso, y el niño tenía buen aspecto (activo, succionaba con fuerza), y además en el hospital las matronas sabían lo que hacían y me apoyaban, yo no le dí ningún biberón de ayuda, que normalmente son el principio del fin de la lactancia.

Claro, para hacer esto hace falta mucha información, y sobretodo, hacerte responsable de tus decisiones. Hubo una pediatra en esos días (solo una de las que lo vieron) que me dijo lo del biberón de ayuda, la glucosa, la hipoglucemia, etc, etc. Pero yo tomé mi decisión.
Y la leche llegó, y en unos días recuperó el peso perdido, y desde entonces todo ha ido fenomenal, igual que con el mayor.
Lo de que pierdan peso en esos momentos es el argumento más utilizado. Pero normalmente las crías de todos los mamíferos están preparados para esperar a que a su madre le suba la leche (yo no he visto a ninguna gacela thompson en la farnacia comprando leche). Otra cosa son los casos de niños que por sus circunstancias especiales no pueden esperar, y que sin medios artificiales no sobrevivirían. Pues eso, se hace lo que haga fallta, y con un bibe fin del problema. Pero generalizarlo es absurdo. Lo siento, pero esto es lo que pienso.

En los foros y blogs hay quien se queja de que estas opiniones atacan a las madres que deciden dar el biberón.
Yo estoy de acuerdo con las que "necesitaron" dárselo, pero no con las que lo "decidieron". Hay una sutil, pero importantísima diferencia. Y lo siento en el alma, pero no me parece bien que alguien "decida" negarle a su hijo recién nacido lo mejor que le puede dar en ese momento, lo mejor para su salud presente y futura (y esto es así le duela a quien le duela, solo hay que ver la abismal diferencia de ingresos de bebés en su primer año de vida cuando toman leche materna y cuando no, y esto es un dato científicamente demostrado y publicado).

Y por último un comentario sobre la acusación que se vierte sobre las asociaciones de defensa de la lactancia. Hay voces que dicen que se dedican a crear sentimiento de culpa entre las madres que no dan el pecho.
Yo sinceramente opino que el sentimiento de culpa es algo que genera nuestra propia conciencia. Lo que nos dicen los demás puede parecernos mal o bien, molestarnos, ofendernos... pero el sentimiento de culpa siempre lleva implícita la propia reprobación de nuestros actos.
A quien se sienta culpable por no haber dado pecho a su hijo, le diría que verdaderamente analice si fue porque no pudo o porque no quiso. Si fue porque verdaderamente no pudo, no hay sentimiento de culpa que valga. Si no se puede, no se puede. Se soluciona con los medios a nuestro alcance y ya está.
Pero si en su fuero interno se dan cuenta de que pudieron hacerlo pero renunciaron por comodidad (es que así se lo da mi suegra y nosotros nos vamos al cine, es que era un rollo todo el día con la teta fuera, es que me cansé de levantarme por la noche cada dos o tres horas si con el bibe aguantaba ocho...) o similar, y ahora se arrepiente, pues qué le vamos a hacer, la vida es así, de algunas decisiones nos alegramos y de otras nos arrepentimos, y de eso no tiene la culpa nadie. Y las asociaciones de lactancia tampoco.

Otro día hablaré de la lactancia prolongada, que esa es otra... pero hoy ya me he enrollado mucho.

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